¡No puedo!
¡Es muy difícil y no puedo! ¿Cuántas veces te has frustrado porque sientes no poder? ¿Cuántas veces has pensado que obedecer es muy complicado? Con toda seguridad puedo afirmar que obedecer a Dios no es difícil para ti, porque tú has recibido de Dios el poder para hacerlo. Si lo intentas en tus propias fuerzas puedes frustrarte o enojarte al no lograrlo. Es necesario recordar que no es en tus fuerzas, sino con la fortaleza que Dios ya te dió podrás lograrlo. Obedecer no está fuera de tu alcance cómo puedes llegar a pensar, al contrario esta a tu alcance. Es momento de usar el poder que Dios te ha dado. ¡Obedece! ¡No es difícil, tú puedes! Este mandamiento que hoy te ordeno obedecer no es superior a tus fuerzas ni está fuera de tu alcance. (Deuteronomio 30:11 NVI)