¡Es por gracia!
¡Es por gracia! En la vida obtenemos muchos beneficios que no merecemos. ¿Has recibido algún regalo aún sabiendo que no te has portado bien? Lo recibes no por tu comportamiento sino por el cariño y afecto de ese ser querido. ¡Así mismo nos sucede con Dios! Él nos da aquello que necesitamos y no lo que merecemos. Pues nuestras obras no son tan buenas como para merecer algo. Recuerdas cuando de niño te portabas mal y luego de ser corregido ibas a la mesa a disfrutar de los alimentos, recuerdas que tus papás te daban de comer aún cuando las notas de la escuela no eran las mejores. Simplemente porque a pesar de tus equivocaciones ellos te seguían amando. ¡A pesar de tus errores, Dios no deja de sostenerte porque te ama! Debes entender esto: Lo que Dios te da no es porque tú eres bueno, sino porque ÉL es BUENO. Es por gracia que tienes vida, y no sólo Dios te da vida, sino te sostiene TODOS los días mostrándote su misericordia. Tú y yo debemos disfrutar su gracia, porque ...